2021/07/07

EL HIJO CONSCIENTE Y EL DESPERTAR DEL SER

«El tamaño de sus ojos auspiciaban que posiblemente sería testigo consciente y despierto de los tiempos que corrían en el siglo XXI. A lo largo de la gestación y "desde el Ser", habría ido palpando un amplio espectro de sensaciones. Y en los años venideros, iría manifestándose con más o menos autenticidad en el mundo. Con su llegada, se había propiciado un punto de inflexión significativo. Tanto en la propia vida que emprendería —desde su primer aliento como en las de su entorno».

El Hijo Consciente y el despertar del Ser.

EL HIJO CONSCIENTE

El rol que ejercerían los padres en la tutoría del pequeño sería determinante. Bien para orientarlo a su Programa Original Interno, o para que la balanza, acabara inclinándose hacia previsibles automatismos educativos o de comportamiento…

—Y es que pareciera que ya no vienen a aprender. Sino, más bien, a invitarnos a descubrir el Orden Superior Espiritual y que redunde entre nosotros.

Con una actitud no invasiva hacia el nativo
y como observadores permitiríamos la expresión de la Presencia Espiritual en conexión a su Yo Superior. Huiríamos de sistemas de creencias, o de falsas creencias, evitando inculcárselas como terrícolas decapitados del Orden Supremo.

DESORIENTADOS COMO ADULTOS Y ALIENADOS DEL SER INTERNO

¿Hasta qué punto, nos hemos desconectado u olvidado de nuestro Origen Genuino Interno?

"La humanidad debía de estar inmersa aún, bajo algún tipo de paradigma y artefactos, como que quizás, no terminábamos de solventar nuestras propias miserias".


¿Qué ignorábamos o qué se nos pasaba por alto?


Quizá experimentemos una realidad descontextualizada de nuestro Ser Interno y de la Naturaleza.

Incorporaríamos evasivas, para sobrellevar los días a nuestro paso por la Tierra.
Recurriríamos a sustancias o sucedáneos
(evadiéndonos del momento presente) para desestimarlo o suprimirlo; evitando así la conexión con el pulso y el latir interno.

A lo peor, nos proyectaríamos ansiosos al futuro o depresivos al pasado.—O continuaríamos semiinconscientes, abstraídos, robotizados, digitalizados... para tender a la fragmentación del Ser.

No debemos desestimar los achaques y somatizaciones de bloqueos mentales y emocionales en el cuerpo; venidos en parte del desarraigo interno. Y en consecuencia, alienados del Yo Superior y de la Escucha Interior Activa.

¿Y por qué motivo vendríamos a este planeta, en el marco del inconmensurable universo?

Lo cierto es que pasamos años, empleando esfuerzos en desprogramarnos de informaciones que nos enseñaron en las primeras décadas de nuestra vida. Consistía en un período preparatorio, para tratar de manejarse y aprender a funcionar, de forma aparentemente óptima en el planeta azul.


LA INFORMACIÓN OMITIDA

No se puede afirmar que fuéramos educados precisamente para continuar vinculados a la Voz Interior. Por tanto, si nos preguntamos a continuación…

¿Qué le ocurre a un individuo, al que no se le ofrecen nociones básicas que le permitan naturalizar su Ser inclusive su niña o niño interior desarrollar la intuición y sus distintos centros de percepción (no únicamente el mental, sino el emocional, físico y espiritual), o aproximarnos a comprender su propia existencia, ciclos, etapas y tránsitos de la vida por los que transcurre?

Es quizá que la llegada de un Ser a la Tierra nos revitalice, en un momento en que a la humanidad, se le estaba dando a entender, que la población mundial resultaba ya excesiva; traducido en una sonada pandemia en el 2020.


EL DESPERTAR DEL SER

La reflexión quizá perenne en estas líneas apunta y sugiere que...

Ganamos un tiempo inestimable, cuando nos damos permiso para sanar y vivir en coherencia con nuestro Ser y afines a la Naturaleza.

Eso no resta que seamos Seres y humanos en constante evolución.

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El Hijo Consciente y el despertar del Ser.
| #Arkaditeca | 07 de
julio de 2021

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